viernes, 8 de junio de 2012

El Caballero de Volterra.

Como cada noche, al caer el sol, salio a recorrer los oscuros pasajes de aquella ciudad que se mantenía en pie desde hacia siglos. Le encantaba deslizarse por las calles que en algún momento fueron morada de etruscos y romanos.  Perder la vista en los infinitos campos toscanos que se observaban desde las almenas y murallas le hacia sentirse vivo.
Tras flotar por las plazas donde antaño se reunían los caballeros para beber después de la batalla, regresaba apesadumbrado a su castillo. Era el mas hermoso jamas construido, tanto que sirvió de inspiración a la poderosa familia Medici para levantar su Palazzo Vecchio.
Hacia ya demasiado tiempo que no albergaba fiestas de postín, ni recepciones elegantes, pero en su día fue el centro de la vida social de aquella zona, y el su señor.
Señor del castillo y dueño de toda tierra, persona o animal del valle.Gran titulo y gran popularidad que le hacia ser adorado y venerado por todos sus súbditos. Pero aquello paso, las guerras cesaron, el calor lo arraso todo, y el hambre se adueño de sus dominios y sus gentes.
Anterior mente habían conseguido superar la peste española, pero aquello azoto demasiado fuerte, no lo esperaban. La hambruna mato al ganado, y sin ganado, murieron las personas.
Fueron tiempos dificiles, demasiado complejos para la época.
Mientras continuaba con su peregrinar entre fríos muros de roca, escuchaba lamentos que le encogían el corazón, y llantos que le helaban la piel.
Bajò la cabeza y siguió en su periplo nocturno habitual.
Lentamente entro en el salón principal, donde se arrodillo, y miro al fondo de la estancia, hacia el lugar donde encontró a su mujer y su hija consumidas por el hambre y sin un ápice de vida. Rememoro aquel momento con suma tristeza, como había hecho desde aquel día. Igual  que ese martes de febrero, acerco una silla a la columna, ato a la misma una de las gruesas sogas que utilizaban para mantener recogidas las pesadas cortinas, realizo un nudo en el otro extremo como tantas veces el verdugo había realizado cumpliendo sus ordenes, paso su cabeza por el y respiro profundamente.
Como cada noche sobre las tres de la madrugada, en el monumental castillo de Volterra, ahora convertido en prisión, los presos escuchan el golpear de una silla antigua sobre el suelo y lo que parece el sonido de un cuello al quebrarse. Como cada noche desde hace siglos, El silencio mas absoluto vuelve a llenar estos pasillos.

1 comentario:

  1. Me encantan las historias de fantasmas y más si se desarrollan en un castillo. Pero este fantasma además tiene la suerte de poder seguir paseando por su ciudad, jajaja

    Bromas aparte, es una emotiva y emocionante historia... no sé como puedes escribir tan bien y tan a diario. A este paso pronto tendrás para un libro :)

    Es un placer leerte cada día :)

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