martes, 13 de septiembre de 2016

La rubia del jardin

Era tarde, más o menos las dos de la madrugada, cuando volvía a casa.
Caminaba absorto en mis pensamientos, en la cena tan placentera que había tenido y en lo grato que había sido la compañía de Aida. Tendría que repetir.

Miré al frente y entre los setos del jardín vi a alguien observándome. Me detuve instintivamente.
Tenía melena rubia, su color blanquecino y unos ojos de un penetrante azul que parecía inhumano.
Lucía un elegante vestido negro, y sus manos aparecían con los dedos juntos y estirado en mi dirección como si esperara que le entregara algo.
Sentí miedo. Un escalofrió recorrió mi espalda y aunque creía que seguía caminando en dirección a la puerta, no era así. Desde que la vi me había quedado petrificado como una estatua.
Poco a poco, con cautela, comencé de nuevo a caminar, casi arrastrando los pies, incluso diría que medio de lado por si tenía que dar la vuelta y salir corriendo.
Un paso, otro, uno más, y con cada centímetro que avanzaba la veía más nítida, y a la vez mas pálida.
Saque el teléfono del bolsillo y poniéndolo frente a mi cara, haciendo como si mirara un mensaje, encendí la cámara para mirar a aquella extraña rubia a través del zoom de la misma. No quería seguir acercándome sin saber a quién o a que lo hacía.

Al llegar a casa reí, reí mucho, y no me quedo más remedio que enviar la foto de aquel extraño ente a la chica con la que había cenado, y reír con ella durante un rato, ya que aquel susto me lo había dado una muñeca que alguien había colocado entre los setos del jardín.
Aunque he de deciros que creo que al pasar a su lado, la muñeca giro su cabeza y me siguió con la mirada.
¿No os ha pasado nunca con algún muñeco de vuestra habitación?, ¿Nunca te has sentido observado mientras duermes?.

No dejes nunca de vigilar, ellos no lo hacen.




2 comentarios:

  1. Sentir que te observan, controlar tus movimientos intentando escuchar otra cosa que no tus latidos, suenan tan fuertes que desde cualquier casa seguro los pueden oír. Luego darte cuenta que solo es un objeto, una planta, una sombra...son cosas que nos pasan a los que tenemos mucha imaginación.
    Divertido.

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