Por si no los conocen les contare sobre el que yo conozco.
La duendecilla en cuestión, no es demasiado baja, aunque tampoco es alta, como no me canso de repetirla. Luce cabellos de color pajizo, y unos chispeantes ojos castaños, nariz pequeña pero graciosa, y siempre acompañada de una deslumbrante sonrisa.
Vive en pequeños palacios habitados por fantasmas, en ocasiones de los constructores de los mismos, aunque no por ello la duendecilla pierde su jovialidad.
Para reconocer a tan peculiar ser, debes fijarte en varios detalles. La duendecilla siempre habla de ella en tercera persona, y cuando los demás hacen planes sin incluirla, ella dice sonriendo:"La duendecilla también quiere", o "la duendecilla es buena."
Otra cosa que la distingue es lo difícil que resulta enfadarla. Cuando un ogro gruñón la increpa, ella se limita a mover su naricilla de forma graciosa y como mucho dice: "hhhuuuummm, ¿porque eres tan malo con la duendecilla, ogro?. Y al momento vuelve a reír y charlar sin parar.
La duendecilla siempre quiso ser hada, por eso cuando baila mueve en círculos su dedo índice, como si este fuese una varita mágica, mientras cierra sus ojos y menea todo su cuerpo de forma extraña. ¡Ah! si queréis verla feliz, solo habéis de poner música, con cualquiera se volverá loca.
Aparte de esto, deciros que nunca intentéis seguirla, ella siempre quiere mas, no sabe parar, y si por ella fuera, nunca te dejaría dormir, ya que siempre que pueda hará lo posible por salir, así que es fácil que la encontréis en tiendas, restaurantes, teatros, discotecas y en cualquier otro lugar donde pueda encontrar gente.
Pero como todos los seres mágicos, ella también tiene un punto débil, algo que pase lo que pase no podréis hacer, no es que no coma después de media noche, ni que evite la luna llena, en este caso es mas sencillo, la única advertencia que os puedo hacer para que la duendecilla no desaparezca o se convierta en piedra, es que jamas, y digo ¡Jamas!, la dejéis al alcance de sus manitas un teléfono, ya que si lo encuentra, sera como si no estuviera, y os perderéis los grandes momento que os podría hacer pasar.
Ya solo me queda rogaros, que si por casualidad os encontráis con este maravilloso ser, hacer el favor de cuidarlo y mimarlo como se merece, ya que como ella misma os dirá:" La duendecilla es única."
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