viernes, 13 de julio de 2012

La bola de cristal

Volvía tarde a casa, como todos los jueves, y mas en verano, cuando el cuerpo pedía estar en la calle en vez de sudando en casa sin poder dormir.
Tarareaba la ultima canción que había escuchado en aquel local tan abarrotado, pero con tan buen aire acondicionado, había sido el descubrimiento de ese verano, y todas las noches las terminaban en el. Siguió caminando y mirando los escaparates, aunque sin prestarles ninguna atención, pero de pronto se detuvo. Estaba frente a una pequeña tienda de magia y esoterismo que siempre le había llamado la atención y  a la vez inquietado. Estaba todo a oscuras, y solo se distinguía una pequeña luz roja al fondo, pero esto no era lo que le había hecho detenerse. Era la puerta, de la cual colgaba un cartel enorme que decía,"Cerrado por vacaciones", y que se encontraba abierta de par en par. Nunca había sido curioso, pero aquella tienda le hacia sentir cosas distintas, aquel lugar le despertaba unas ganas enormes de curiosear.
Lentamente atravesó el umbral y dijo: "¿Hola?, ¿Hay alguien?"
Al no obtener respuesta, saco el móvil del bolsillo y marco el 112 para notificar aquello como un posible robo.
Siguió entrando, con sigilo. Busco en su teléfono una de las múltiples aplicaciones que contenía, la activo y al momento el flash de la cámara se encendió en modo linterna. Observo con asombro los múltiples frascos con nombres de productos impronunciables para el, vio también una colección de animales disecados en otros frascos, tales como tarántulas, serpientes o murciélagos.
En lo alto de una estantería vio una calavera, que parecía real, junto a un sapo enorme y de chillones colores, que daba la sensación de estar vivo. Casi sin darse cuenta estaba ya en la trastienda, un espacio amplio, con una mesa camilla y una bola de cristal sobre ella. Aquel sitio parecía sacado de una película cutre de terror, y pensó en la de gente a la que habrían timado en aquel sitio. Puso una mano sobre la bola, y simulo entrar en trance, era divertido, tal y como había visto mil veces en televisión, solo le faltaba el pañuelo en la cabeza.
De pronto escucho como la puerta se cerraba de golpe, y sintió un escalofrío.
Asustado se encogió, como si por ello no le fueran a ver. Escucho unos pasos pesados que se dirigían hacia el, y trato de hacerse aun mas pequeño.
En el arco que daba paso a la trastienda, apareció una sombra enorme, seguida de un cuerpo del mismo tamaño. Estaba a punto de echarse a llorar cuando aquel hombre de gran tamaño, le miro y le dijo:" ¡Alto! ¡Policia!"
Respiro aliviado. Había olvidado la llamada, y se había asustado fruto de su imaginación, como un crió.


2 comentarios:

  1. Está tan bien descrita la tienda con ese aire misterioso que va creciendo y creciendo, que me hubiera gustado quedarme a vivir más aventuras en ella.

    Pero bueno, no importa tanto el tener que abandonar una historia cuando se hace con esas sorpresas de finales tuyos y mucho más si el final hace sonreír :)

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  2. Ah... que se me olvidaba. Me ha gustado ver ese video de la Bola de Cristal, hacía tiempo que sentía curiosidad por recordar ese programa.

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