Su hermano le había acompañado a lo mas profundo del bosque, juntos habían transportado las mochilas con las pesadas cadenas cuando el sol aun no se había puesto.
El se había sentado junto a aquel grueso árbol, y su hermano le había encadenado tan fuerte como le fue posible, había cerrado cada uno de los diez candados y se había marchado después con las llaves de los mismos en el bolsillo.
Las nubes habían empezado a cubrir el cielo cuando llegaron, y cada vez eran mas densas y oscuras.
La luna pronto saldría y ejercería su influjo sobre el, pero en esta ocasión no lastimaría a nadie, lo habían pensado todo muy bien, y el hecho de encadenarse en el bosque hacia casi imposible que nadie tropezara con el por casualidad.
Como cada mes, la luna le hacia convertirse en una especie de monstruo, mitad lobo, mitad humano, que perdía la consciencia y solo deseaba sangre. Hacia un par de años, cuando un ser como el que ahora era él le mordió en la pierna mientras trataba de huir, comenzó su pesadilla. Desde ese momento no sabia la cantidad de gente que había podido matar, y prefería no pensarlo. Por esto se había encadenado, y esperaba que funcionara.
La luna debería haberle transformado ya, pero las nubes la ocultaban. Seria gracioso que después de todo el numerito que hemos montado, hoy no hiciera falta.
Pasados unos minutos todo seguía igual, excepto por el sonido de alguna pequeña rama al quebrarse.
En la espesura, a pocos metros, empezaron a aparecer pequeños círculos brillantes, aparecían por pares, lo que le llevo a pensar que podían ser ojos, y poco después descubriría que tenia razón.
Lentamente surgieron una docena de lobos, todos ellos de pelaje grisáceo, de enorme estatura, y mostrando unos dientes que asustarían a cualquiera.
El les grito tratando de ahuyentarlos, aunque lo único que consiguió fue que ralentizaran aun mas su marcha. Los animales llegaron hasta el, y le olisquearon con cautela. El que parecía ser el macho alfa, retrocedió un metro y se sentó a mirar como los demás seguían olisqueando.
"¿Donde estas maldita luna?"- Grito
El lobo que permanecía sentado, aullo y salto hacia el.
Un par de horas después, la luna ilumino un árbol con restos de lo que alguna vez fue un hombre.
Como se nota que hay luna llena estos días e inspira tus relatos, jajaja...
ResponderEliminarEl de ayer no me gustó por el tema, eso de "traficar" con niños como que da muy mal rollo. Pero el de hoy sí que me gusta.
Después de estar enganchada a la serie de la Luna de Calenda, me gustan mucho más las historias de hombres lobos. Y aunque la tuya recuerda bastante a lo que pasaba en la serie, como siempre le has dado tu toque de sorpresa, esta vez un tanto paradójica.
Pero es lo que tiene la luna, que es un tanto juguetona, y a veces se esconde entre las nubes :)