martes, 31 de julio de 2012

La obra.

Hacia tiempo que sus vecinos y amigos sabían que quería ampliar el patio de su vivienda, alargar la parte solada, para disponer de mas espacio en el que colocar la mesa y las sillas, y parecía que se había decidido a hacerlo en estos días.
Su mujer había dicho que se marchaba de vacaciones, y el con la tranquilidad de no tenerla a ella dando vueltas y quejandose por todo, había hecho los primeros avances, había realizado las pequeñas zanjas para levantar los muretes de ladrillo que sostendrian la plataforma de hormigon.
Trabajaba aprovechando las primeras horas de la mañana y también cuando había caído el sol. Nadie se quejo de las horas, pues aunque no eran horas normales, no hacia practicamente ruido.
Varios de sus amigos se ofrecieron a ayudarle, pero el no acepto el ofrecimiento, se limitaba a decirles que con la obra mataba su aburrimiento, y que si le ayudaban le duraría menos esa diversión.
Cuando terminó la estructura con forma de sarcofago, se tomo un par de días de descanso para perderse en sus otros pasatiempos, salio de noche, durmió de día y bebió como si el mundo se fuese a terminar en breve.
Cuando reemprendio la faena, lo hizo de forma rápida, en una noche había cubierto la estructura de hormigon, y al día siguiente había puesto el nuevo suelo. Hecho esto, planto gran cantidad de hierbas aromáticas, y las regaba de forma casi maniática, dos veces al día, lo que hacia que su jardín fuese el mas oloroso del vecindario.
Pasaba un mes de la partida de su mujer y nadie había vuelto a saber de ella. Sus amigos empezaban a mumurar, las malas lenguas salían a pasear a la mínima que podían, y una sospecha sobre volaba su persona. Cuando le preguntaban sobre ella, el se limitaba a encogerse de hombros y a decir:" Quizás tenga a otro y ya no vuelva".
Las sospechas crecian día a día, hasta que algún vecino mas preocupado que los demás, llamo a la policía y relato sus suposiciones. Horas después la una docena de agentes se personaron en su vivienda, y le obsequiaron con miles de preguntas sobre su relación con su mujer, a las cuales el respondió de la misma manera. Los agentes preguntaron sobre la obra, y el les contó como y porque la había realizado, pero sus respuestas no parecieron satisfacer a los policías, y un par de horas después se persono otro de ellos con una orden judicial en la que les autorizaban a destrozar la ampliación del patio.
Usaron martillos compresores, picos y palas, y en cuestión de media hora habían acabado con su trabajo de dos semanas. Cuando terminaron y no descubrieron nada, se marcharon de la misma forma apresurada en la que habían llegado.
Al día siguiente, al caer el sol, comenzó de nuevo a reconstruir su parcela. Los mismos ladrillos, el mismo cemento, el mismo hueco con forma de sarcofago, aunque esta vez en su interior deposito una gran bolsa de plástico que había mantenido oculta de los ojos de los curiosos tras el panel de madera del trastero que tenia en la buhardilla. Cubrió el hueco de sosa cáustica y hormigon, puso un nuevo suelo y replanto la menta y la hierbabuena.
Durante el resto de su vida siempre contó que su mujer se había ido con otro, y sus vecinos, esos seres necios y previsibles, nunca mas sospecharon de el, se limitaban a consolarle mientras tomaban cervezas sentados en su patio, sentados sobre el cuerpo de ella.



lunes, 30 de julio de 2012

La bruja de Toledo.

En la ciudad donde dicen que se oculta el Papa Negro, donde la lucha entre el bien y el mal es mas fuerte que en ningún otro sitio, en la bella Toledo, reside un ser peligroso para el ser humano.
Hablo de una bruja como la de los cuentos, de una mujer hermosa pero con poderes asombrosos.
Esta dama, de negros y rizados cabellos, ojos pequeños pero algo saltones, sonrisa deslumbrante y picara, mas alta de lo normal en una mujer, y curvas discretas pero cautivadoras, tiene su morada cerca de la catedral, a no mas de cinco minutos a pie. Cualquiera que la vea no le prestaría demasiada atención, ni se pararía a decirla nada, ya que con uno de sus conjuros consigue pasar desapercibida. Pero si es ella la que se fija en ti, todo cambia. Con solo mostrarte su sonrisa notas que te falta el aire, sientes que todo lo que has vivido hasta el momento no era mas que una preparación para poder servirla, comprendes que tu vida carece de sentido sin ella. Da igual que seas hombre o mujer, si ella te llama, acudirás sin plantearte el porque, reverenciaras su presencia y darás tu vida por ella.
Este ser, que algunos por su belleza dicen que no puede ser otra cosa que un ángel caído, No actúa con maldad, aunque sea bruja, ni con bondad aunque pudiera haber sido querubín, lo único que le mueve es su ansia por comer y beber sin parar, sus ganas de vivir y disfrutar de cada día, y la humana necesidad de ser feliz sin mas.
Quedáis advertidos, así que si algún día visitáis estos parajes y os cruzáis con una chica alta, despreocupada y bonita, bajar la cabeza, nunca miréis a su increíble boca, porque como os sonría, seréis presos para siempre del embrujo de mi ama y señora, de la bruja de Toledo.





sábado, 28 de julio de 2012

Amigas para siempre.

Era su amiga desde hacia muchos años, aunque ultimamente habían estado distantes. Así que aquella tarde se había decidido a invitarla a cenar en casa, así las dos podrían charlar y volver a acercarse.
En un principio su amiga pareció reacia, pero un par de minutos después acepto la invitación.
Se apresuro a llegar a casa, ducharse y preparar algo ligero para cenar, mientras hacia todo esto se comió casi media sandía que había comprado a medio día, y pensó en las palabras de un amigo un poco estúpido que le había dicho que su amiga estaba enamorada de ella, era una tontería, pero ¿Y si tenia razón? Mientras esperaba, se puso una copa, un buen whisky con algo de coca-cola, encendió la televisión y sin saber porque, cada vez estaba mas nerviosa.
A eso de las 11 llamaron a la puerta, y mientras se encaminaba a abrir, sintió un leve escalofrío. En la entrada estaba ella, vestida como si fueran a salir, un corto vestido negro, bastante ceñido, que dibujaba perfectamente las curvas de su cuerpo, y la hacían parecer deseable para cualquiera que la mirara. Al darse cuenta de que pensaba en esto, se sonrojo y se extraño. "Mi amigo es definitivamente entupido, yo soy etero, y el idiota me ha hecho pensar cosas que ni son, ni serán"- pensó.
Cenaron tranquilas, algo de picoteo, algo de comida precocinada, y una botella de vino rosado espumoso. Charlaron de sus cosas, sin hacer nada por ello, su relación volvía a ser la de siempre, y ambas se sentían felices.
Tras la cena se sirvieron unas copas, la noche se iba consumiendo sin darse cuenta de ello. Tras varios cócteles mas, llegaron las cinco de la madrugada, y ya no podía dejar que su amiga se marchara, así que la invito a quedarse a dormir con ella, como habían hecho tantísimas veces desde que se conocieran, aunque esta noche y sin entender el motivo, tenia especiales ganas de que ella durmiera en su casa.
Subieron a la habitación, se desnudaron, y se metieron a la cama.
Se tumbo de cara a su amiga, hablaron cinco o diez minutos mas y decidieron que ya era hora de dormir. Se acerco para besar su mejilla y desearle buenas noches, y por casualidad sus labios se encontraron. Se detuvo, no sabia que hacer ni que decir, pero tampoco le dio demasiado tiempo a pensarlo, ya que su amiga se acerco a ella y la volvió a besar, aunque esta vez no fue casual, esta vez el beso transmitía un deseo y una pasión contenida por años. Sus manos se perdieron bajo las sabanas, acariciándose, descubriendo lo que nunca antes habían sabido la una de la otra. Se decidió a tomar la iniciativa, y beso los labios de su amiga, lamió sus pechos, le acaricio con su boca el vientre, y dejo que su lengua dibujara una obra de arte sobre el clítoris y los labios de la vagina de su amiga, penetrando de vez en cuando la misma con su lengua y sus dedos.
Su amiga reacciono, la tumbo sobre la cama y poniéndole su sexo en la cara, comenzo a repetir los mismos movimientos que poco antes hiciera ella, le beso y lamió el coño como nunca ningún hombre hubiera hecho antes. Su  placer iba en aumento, su espalda se arqueaba, su respiracion se agitaba, y su cuerpo , su cuerpo ya no era suyo. Unos minutos después, los vecinos escucharían los gemidos y gritos de placer al llegar las dos al orgasmo. Se quedaron en esa postura, exhaustas, agotadas y relajadas.
Sobre la mesilla el móvil se ilumino, alargo la mano para alcanzarlo, leyó el mensaje de su amigo, y le contesto:" Yo también te echo de menos. Me gustaría que estuvieras aquí conmigo. Eres un tontin, ya te dije que no pasaria nada con ella, que es solo una amiga." Dio a enviar, y espero la respuesta de el, ya que siempre lo hacia. En unos segundos recibió su contestación, que decía :" Mientes fatal y lo sabes, aun así te quiero mi vida."
Quizás fuera cierto, y el pudiera ver el futuro, aun así, lo ocurrido aquella noche no lo sabría nunca, el le gustaba y no dejaría que un desliz mas lo estropeara. Y como ella le había dicho en mas de una ocasión, no había hecho nada que el no hubiera hecho a otras personas antes.




miércoles, 25 de julio de 2012

Perdiendose en la oscuridad de la noche

                                                                     1

El sol acababa de ponerse y lo único que era capaz de escuchar eran las helices del helicóptero de transporte en el que se encontraba.
Viajaba con la puerta abierta, sentado en el suelo, y con los pies colgando, solo le mantenía anclado al mismo un mosquetón y un pequeño trozo de cuerda amarrado al arnés.
Se había pintado la cara y las manos con colores negros y verdes, para una vez en tierra pasar desapercibido a los ojos del enemigo. También había cubierto la bandera del uniforme y las insignias que marcaban su graduación con algo de cinta americana negra. Las rutinas de siempre, como limpiar y revisar su fusil de asalto, su pistola, munición y machete. Todo estaba perfecto.
Hacia hora y media que habían despegado, y era momento de colocar las cuerdas para realizar el descenso. Cambio el mosquetón al ocho que había dispuesto ya en la cuerda mas larga que le dejaría en tierra, saco su cuerpo del helicóptero, se puso en pie sobre el patín del mismo y coloco un guante en su mano derecha. Paso un minuto mas o menos esperando que el aparato se estabilizara y le dieran la orden de descenso. Cuando la recibió, lanzo la cuerda, miro a su compañero que se encontraba en el patín de enfrente dispuesto igual que el, asintieron ambos con la cabeza y saltaron perdiéndose en la oscuridad de la noche.

                                                                2
El general, un hombre mayor de no menos de 60 años, estaba terminando de cenar en su palacio, conseguido en una de sus victorias durante la ocupación. Mientras los sirvientes recogían la mesa, el se dispuso a tomar su coñac gran reserva y a fumar su puro cubano como hacia cada noche.
La vida le había tratado realmente bien los últimos años, vivía como un rey, y dirigía a sus tropas desde la retaguardia, sin miedo a recibir una bala en el frente, ni a ser emboscado por cualquier soldaducho o miembro de la resistencia. Los tiempos de batallar y luchar a diario habían terminado, y ahora disfrutaba de los placeres de la vida. Poseía caballos, tierras y una joven mujer, que aunque el sabia que no le amaba, al menos era complaciente en la cama, servicial en la rutina y una dama en las reuniones con amigos u otros mandos.
La pareja de dobermans que descansaba a sus pies, empezaban a mostrarse inquietos, así que apuro su copa y se dispuso a sacarlos como cada noche. Se puso sus botas, su gorra, y su pistola, ya que aun sin entrar en batalla, ni vivir como un militar, los soldados que protegían la finca, deberían seguir viéndole como el mando que era. Llamo a los perros, y se encamino al bosque que rodeaba el palacio, al cabo de unos minutos, desapareció, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

                                                             3

Entre los arboles, esperaban impacientes la aparición de su objetivo. Si la información era la correcta, el general salia todas las noches por aquellos parajes a dar un paseo a su perro. No siempre los informes eran precisos, y en mas de una ocasión habían tenido que abortar la misión por esos errores, esperaba que esta no fuera una de esas veces.
Tenia el cuchillo en la mano, ya que no Debian hacer uso de las armas de fuego, si disparaban, la detonación haría que la guardia personal del general saliera en su busca y dificultaría enormemente su extracción.
Todo había sido meticulosamente planeado, su compañero se encargaría del perro y el se ejecutaría al hombre.
Se escucharon ramas partirse bajo los pies de un pesado cuerpo, el momento se acercaba.
Vio como su compañero sacaba un trozo de carne para atraer al animal, y como un perro se acercaba a el rápidamente. Antes de que el animal supiera que pasaba,  un afilado machete cerceno su cuello.
Era su turno, espero a que el hombre se acercara, alzo su cuchillo a la altura de su pecho y se dispuso para degollar al general.
A su derecha escucho un ruido, giro la cabeza y solo le dio tiempo a ver unos afilados colmillos que un segundo después se incrustaban en su garganta.
Lo siguiente, un par de disparos, algunos gritos, y la vida de unos soldados, por una mala información, termino perdiéndose en la oscuridad de la noche.






martes, 24 de julio de 2012

Princesa de ciudad.

Caminaba por las calles de la que siempre fue su ciudad.
Siempre fue hermosa, tanto que los chicos hasta tenían miedo de acercarse a ella.
Se movía despacio, miraba las luces de las calles que en otro tiempo albergaron la movida, recordaba las noches de desenfreno allí vividas, los hombres besados, las canciones bailadas y los amaneceres tirada en la acera con alguna copa de mas.
En aquella época todos la conocían como la princesa, quizás por su forma de vestir, o simplemente por ser tan sociable y educada, fuese por lo que fuese, a ella le encantaba.
Al pasar por Sol, se imagino con sus ropas de antes, con sus amigos, sentados bajo el oso y fumando un porro mientras contemplaban como los barrenderos adecentaban la plaza.
San Gines, cuantas veces había desayunado, aunque fuese a la hora de comer, su rico chocolate con churros. Nunca podía irse a casa sin pasar por allí primero. Sonrió al recordar como Luis, el camarero rubio de ojos azules, siempre gritaba al verla:" Una de churros, chocolate y la mesa de la princesa limpia para ya."
Fueron tiempos inigualables.
Hoy ya nadie la llamaba princesa, mas bien era todo lo contrario. De vez en cuando la insultaban o la increpaban, como la gente imbécil solía hacer con los mendigos.
Pero aquella mañana se sentía feliz y por eso había decidido salir a pasear, y se sentía feliz porque un joven muchacho, al que acompañaba un perro guia, había tropezado con ella, y al escuchar su leve quejido, le había dicho:" Perdone me princesa".



lunes, 23 de julio de 2012

¿De que sirve la magia?

Hacia tiempo que disfrutaba de un don muy especial.
Tenia la capacidad de ver el futuro, tanto el lejano como el mas próximo.
Nunca se lo había dicho a nadie, pero cada semana acertaba los números de las loterías, los resultados de los partidos de fútbol, o las conclusiones de los análisis médicos de cualquier conocido días antes de que este los recibiera. Siempre sabia como vestir de forma apropiada, era tan fácil como cerrar los ojos y saber que llevarían puesto los demás. Hasta esta noche había sido divertido, pero hoy todo cambiaría.
El reloj marcaba cerca de las 3, y como cada noche desde hacia poco, el hablaba con una encantadora chica que le estaba robando el corazón. La conversión era trivial, pero el ya sabia que cambiaría, como sucedió pocos minutos después. Ella le comento que no se marchaba a casa porque venia un amigo a verla. En ese preciso instante, el sintió un pinchazo en el corazón, como si se rompiera una parte de el.
Siguieron charlando unos minutos mas, y al final se despidieron de una forma un poco distante.
El se acerco a la cocina, cogió una botella de coca-cola de 2 litros, aunque ahora ya no se pueden llamar así, pues traen algo mas de cantidad, acerco hasta el comedor también un cenicero y un par de paquetes de tabaco. Sabia que seria una noche larga.
Se sentó frente a la television apagada, destapo la botella, encendió el primer cigarro y puso los pies sobre la mesa de centro.
Al instante empezó a ver las primeras imagenes en la tele, aunque esta seguía apagada.
Veía como un chico mas o menos apuesto besaba a una dulce niña ataviada con un veraniego vestido azul. Contemplaba absorto como se metían en la parte trasera del coche, como sus manos se apresuraban por acariciar sus respectivos cuerpos, como esas mismas manos se perdían bajo la ropa.
Se levanto y se acerco a la cocina a por otra botella de refresco y a vaciar el cenicero, que ya estaba repleto de colillas, había consumido ansiosamente casi una cajetilla. Regreso al sofá, y contemplo la imagen congelada en la pantalla, como si alguien hubiera dado al pause de una película.
En la imagen, ella estaba arrodillada delante de el, con el sexo del chico entre sus labios. La television mantuvo esto durante varios minutos, justo hasta el momento en el que en el comedor se escucho el primer sollozo, y las primeras lágrimas recorrieron las mejillas del chico. Se seco las mismas con la manga de su camiseta de color rosa, encendió otro cigarro y siguió mirando.
Todo lo que contemplo le hizo daño. La vio sentada sobre el, besándole y sin parar de mover sus caderas, les escucho gemir y jadear, incluso pudo ver la cara de ella al llegar al orgasmo.
Estaba siendo una noche larga y dolorosa.
Lo que vio posteriormente le termino de destrozar; Mientras se colocaban la ropa y sin dejar de besarse, quedaban para una próxima vez, y lo hacían en un día que ella tenia teóricamente reservado para el.
Parpadeo, y la pantalla volvió a ser negra, parecía que la pesadilla había concluido, cuatro litros de coca-cola y mas de treinta cigarros después la visión desapareció.
Miro su reloj, marcaba casi las siete, así que decidió ir a la cama e intentar dormir. Se incorporo, tomo la botella vacía y el cenicero para dejarlos en la cocina.
En ese preciso instante de lo profundo de la television surgió una nueva escena, era como si viera un espejo, se le veía a el con la botella y el cenicero mirando su propia imagen, lo siguiente que ocurría era que el sentía un fuerte dolor y dejando caer el cenicero se llevaba la mano al pecho, se desplomaba y hacia mil pedazos la mesita de cristal.
Antes de poder decir o pensar nada, la escena se repito en el mundo real.
Ya tendido en es suelo, sin nadie que le socorriera, se pregunto:"¿De que sirve la magia?"

viernes, 20 de julio de 2012

Ella.

Su pelo rizado, hacia difícil que se escondiera, pero ella lo intentaba.
Era una hermosa princesa escapada de algún cuento, que había cambiado sus ropajes palaciegos por un sencillo y fresco vestido azul. Tras unas gafas de aviador, que le quedaban bastante bien, guardaba unos ojos saltones, hermosos, sencillos, pero muy vivos, que eran coronados por unas pequeñas pestañas. Y para sujetar esas gafas, poseía una naricilla graciosa, que sin saber como, te atrapaba la vista, y te hacia sentir ganas de morderla, como si fuera un caramelo que endulzaría tu vida.
Parecía mas joven de lo que realmente era, aunque si la contemplabas un rato, y ella no se percataba de tu presencia, la podrías ver bailar, reír o llorar como a una niña.
Tenia una curiosa costumbre, quizás era un recuerdo de su vida en palacio, en el reino de nunca jamas, de donde parecía proceder, continuamente sacaba un lápiz de vaselina labial de su discreto bolso para aplicárselo en su boquita. Era un movimiento natural e involuntario, pero que despertaba unas ganas enormes de besarla para quien lo sufría ante si.
Reía con facilidad por cualquier tontería, y si no las había y necesitaba reír, era ella la que las hacia.
Aunque quería aparentar fortaleza, era sensible, mas que nadie a quien conociera jamas, y si se la hacia un desprecio, era probable que llorara discretamente.
Le encanta poner caras en las fotos, posturas ridículas y sobre todo morritos.
Es alguien que sueña con ser mayor, pero sin dejar de ser niña. Quiere amar pero sin sufrir, vivir sin llegar a morir nunca, y siempre, siempre, esta dispuesta a ayudar a quien lo necesite. Ella es de esas personas que no tienen nada suyo, se entrega y ofrece todo lo que tiene. A la vez es una mujer discreta, la mejor amiga, y la mas fiel amante.
Es una mujer única, me trata con cariño cuando estoy débil, y se muestra tajante cuando me salgo del buen rumbo.
Le encanta pasear conmigo, charlar sin decir nada, y decir con solo una mirada.
Realmente es especial.
Así que si la conoces, o sabes de su existencia, por favor hazla saber que sueño con ella desde siempre, y que estoy buscándola para que podamos compartir nuestras vidas.

NOTA: En esta divagacion de mi mente, me permitiré poner dos canciones, a cual mas hermosa, y cada una con mas significado para mi.
Gracias y espero no aburrir a la gente que pierda parte de su tiempo en leer estas palabras nunca vacías de sentido y sentimiento.

Y EL SEGUNDO

miércoles, 18 de julio de 2012

Otras reflexiones.

En la vida que vivimos quizás todos perdamos demasiado tiempo sufriendo y pensando en lo que pudo ser y nunca fue. ¿No tenemos nada mejor que hacer? ¿No estamos preparados para vivir sin mas?
La melancolía nos roba sonrisas, la pena nos sustrae de sueños mejores, y nuestra pena hace que la vida se nos escape.
El hombre debería mirar siempre hacia adelante, debería dejar el pasado como esas fotos que colgamos en las redes sociales, como un mero recuerdo sin demasiada importancia.
Si estamos aquí para vivir, ¿porque morir en nuestro interior antes de tiempo?
Así que abre la puerta, pisa la calle y haz que cada día sea especial y único, y si te confundes, no mires atrás, piensa en el siguiente amanecer, siempre te quedara un día mejor por delante, vive cada uno como si fuera el ultimo, quizás lo sea.

lunes, 16 de julio de 2012

Fuego

Sentado contemplaba el fuego, contemplaba absorto las llamas que con virulencia consumian la madera de las encinas. Era algo hipnótico, no podía dejar de mirarlo.
En su mano una cerveza, en la otra un cigarrillo, y junto a el, un paquete de tabaco y el mechero con el que prendió aquello.
Hacia nada que había decidido lo que haría, y aun menos que había iniciado las llamas.
En pocos minutos su objetivo estaría conseguido, todo hecho por el, ya disfrutaba de solo imaginarlo.
Apuro la cerveza, y abrió otra, estaban bien frías, como a el le gustaba tomarlas.
Mientras las llamas hacían justo lo que debían, el meditaba sobre los distintos tonos que tomaban aquellas, se emocionaba viéndolas pasar del verde al amarillo, del amarillo al naranja y después al intenso rojo.
Quince minutos después, se levanto, se acerco, y al comprobar que ya había brasas, preparo la parrilla y la dispuso sobre las mismas.
Que gran idea había sido construir aquella barbacoa en casa.


viernes, 13 de julio de 2012

Viernes 13

Miro el calendario y sonrió al ver que era viernes 13. Saco sus cuchillos y comenzó a afilarlos con paciencia, sin ninguna prisa. Limpio las pocas manchas de sangre que tenían en la empuñadura, los fue colocando uno al lado de otro. Miro las costillas amontonadas a su derecha, los muslos ocupando el lado izquierdo, y tripas y sesos justo delante de el. Agarro un trozo de carne sin forma y empuñando uno de los cuchillos, lo partió en dos de un solo golpe. Estaba perfectamente afilado, los años que llevaba haciendo aquello le daban la pericia suficiente para que nada se resistiera a sus viejos amigos. Miro el reloj y ya eran casi las diez. Se preparo y se metalizo para lo que le esperaba. Pocos minutos después apareció una señora de avanzada edad, sonrio, se acerco a ella y dijo:" buenos dias sra. ¿Que le pongo hoy? Tengo muslos de pollo deliciosos y costillares de cerdo recién matados. Digame que se lleva". Le esperaba otro largo dia de trabajo en su carnicería y pollería de pueblo.

La bola de cristal

Volvía tarde a casa, como todos los jueves, y mas en verano, cuando el cuerpo pedía estar en la calle en vez de sudando en casa sin poder dormir.
Tarareaba la ultima canción que había escuchado en aquel local tan abarrotado, pero con tan buen aire acondicionado, había sido el descubrimiento de ese verano, y todas las noches las terminaban en el. Siguió caminando y mirando los escaparates, aunque sin prestarles ninguna atención, pero de pronto se detuvo. Estaba frente a una pequeña tienda de magia y esoterismo que siempre le había llamado la atención y  a la vez inquietado. Estaba todo a oscuras, y solo se distinguía una pequeña luz roja al fondo, pero esto no era lo que le había hecho detenerse. Era la puerta, de la cual colgaba un cartel enorme que decía,"Cerrado por vacaciones", y que se encontraba abierta de par en par. Nunca había sido curioso, pero aquella tienda le hacia sentir cosas distintas, aquel lugar le despertaba unas ganas enormes de curiosear.
Lentamente atravesó el umbral y dijo: "¿Hola?, ¿Hay alguien?"
Al no obtener respuesta, saco el móvil del bolsillo y marco el 112 para notificar aquello como un posible robo.
Siguió entrando, con sigilo. Busco en su teléfono una de las múltiples aplicaciones que contenía, la activo y al momento el flash de la cámara se encendió en modo linterna. Observo con asombro los múltiples frascos con nombres de productos impronunciables para el, vio también una colección de animales disecados en otros frascos, tales como tarántulas, serpientes o murciélagos.
En lo alto de una estantería vio una calavera, que parecía real, junto a un sapo enorme y de chillones colores, que daba la sensación de estar vivo. Casi sin darse cuenta estaba ya en la trastienda, un espacio amplio, con una mesa camilla y una bola de cristal sobre ella. Aquel sitio parecía sacado de una película cutre de terror, y pensó en la de gente a la que habrían timado en aquel sitio. Puso una mano sobre la bola, y simulo entrar en trance, era divertido, tal y como había visto mil veces en televisión, solo le faltaba el pañuelo en la cabeza.
De pronto escucho como la puerta se cerraba de golpe, y sintió un escalofrío.
Asustado se encogió, como si por ello no le fueran a ver. Escucho unos pasos pesados que se dirigían hacia el, y trato de hacerse aun mas pequeño.
En el arco que daba paso a la trastienda, apareció una sombra enorme, seguida de un cuerpo del mismo tamaño. Estaba a punto de echarse a llorar cuando aquel hombre de gran tamaño, le miro y le dijo:" ¡Alto! ¡Policia!"
Respiro aliviado. Había olvidado la llamada, y se había asustado fruto de su imaginación, como un crió.


jueves, 12 de julio de 2012

Mañana de resaca.

Aunque no había dormido nada bien aquella noche, como cada mañana se dispuso a dar su paseo por el camino que bajaba a la playa mientras veía a amanecer.
La noche había sido dura, ya que su cuerpo cada vez toleraba menos el alcohol, y la barbacoa con amigos en casa se había prolongado algunas copas mas de lo esperado.
Se calzo sus zapatillas rosas de deporte y salio a la calle dejando la puerta abierta, ya que en aquella zona aun los peligros de las grandes urbes no habían llegado, y se podía salir tranquila sin miedo a que te robaran.
Enfilo el camino de arena, y noto los primeros rayos de sol en la cara, era una sensacion que le encantaba y que disfrutaba desde niña. Fijo su vista al frente y contemplo tan maravillada como siempre, lo hermoso que se veía el sol naciendo del mar.
Por un momento se sintió extraña, tuvo la sensacion de que alguien o algo la seguía de cerca, sin pensarlo dos veces acelero el paso. También agudizo el oído por si escuchaba pisadas tras de ella, pero sin llegar a distinguir ningún sonido.
Le pareció ver algo cerca de ella, y el pulso se le acelero, sintió miedo y no fue capaz de girarse para comprobar que era, así que acelero aun mas el paso, estaba muy nerviosa.
Cuando ya casi llegaba a la playa, el miedo se apodero de todo sus ser, y empezó a correr. La mala suerte quiso que al entrar en la fina arena, su pie se enredara en una raíz y terminara dando con sus huesos en el suelo. Se volvió casi sin poder respirar, cubriendo su cuerpo con los brazos y las manos esperándose lo peor. De repente comenzó a reír como una idiota, rió tanto que hasta se le escaparon algunas lágrimas. Cuando pudo controlar la carcajada, se dijo a si misma :" Definitivamente tengo que dejar de beber, si alguien se entera de que me he asustado y corrido por mi propia sombra me tacharía de loca".
Tras esto, tanto ella como su sombra se quedarian un rato contemplando el mar, como ambas hacían cada mañana.





miércoles, 11 de julio de 2012

Viaje sorpresa.

Hacia poco mas de una semana que le conocía y no podía dejar de pensar en el. Esta viaje que tanto le apetecía, de repente se había convertido en una tortura, serian demasiados días sin reír con sus estupideces, sin sentir el calor de sus letras , sin estremecerse cuando le provocaba.
Estaba en la ciudad mas hermosa de la vieja Europa, pero ni la magia de Roma conseguía que le olvidara. Hacia tres días que habían arribado allí, y no habían parado ni un segundo,habían descansado algo por las mañanas, pero las tardes y las noches habían sido un desenfreno de salir, beber y conocer gente. Todas sus amigas tenían ya conquistas que comentar entre ellas, pero su mente estaba en otra parte, con otra persona.
Cuarta noche de fiesta, los mismos bares, distintos chicos, misma música, distintas bebidas. Todo parecía dispuesto para que sus amigas triunfaran y ella espantara a algún romano apuesto, aunque no tan divertido como el chico que la traía de cabeza.
La situación era curiosa, solo le conocía a traves de un chat, ni siquiera habían intercambiado sus correos y aun menos sus teléfonos, pero todos los días, ambos acudían fieles a su cita nocturna en la red.
Estas cosas solo pasan en las películas, pensó.
Debian de ser las tres de la mañana, cuando un tipo mas bien feúcho, con kilos de mas, poco pelo, eso si, tenia unas bonitas pestañas, pero poco mas que mereciera la pena destacar, se acerco y se paro en la barra justo a su lado. Sin saber porque, ella se puso nerviosa, tuvo la extraña sensación de que le conocía, aunque jamas le había visto.
El chico llamó al camarero con un gesto de su mano y pidió una birra.
Era español, cosa que tampoco le sorprendió, ya que habían coincidido con mas españoles que italianos.
El chico se giro hacia ella y se quedo mirándola descaradamente, sin disimular. Nunca nadie la había puesto tan nerviosa, ¿como tendría el morro de mirarla tan de cerca y no cortarse?, se giro ofendida, dándole la espalda. Aun así seguía sintiendo su mirada clavada en su nuca, e intuía que también en su culo, que por cierto, lo tenia precioso ultimamente. Se olvido del tipo y se puso a charlar con su hermana, que había sido la precursora de aquel viaje, sobre un chico italiano con el que habían coincidido la noche anterior, y que estaba bastante interesado en conocerla mejor, a lo que ella puso todas las pegas habidas y por haber, pues no pensaba contar a nadie el motivo de su repentino desinterés por los hombres. Su hermana se marcho medio enfadada, y sin saber como, en el lugar de que ella ocupaba volvió a aparecer el tipo feúcho, que nada mas plantarse allí, se puso a mirarla fijamente de nuevo.
Ella ya ofendida le dijo:" ¿Que coños miras?, ¿Acaso te conozco de algo?"
El tipo sonrió, dio un trago a su cerveza y contesto con voz pausada:"Creo que si, vengo buscando a una bruja que me hechizo y después salio de viaje hasta aquí".
Aun sin haberle visto jamas, aun sin haberle escuchado, supo al instante que aquel tipo feúcho y de aspecto desaliñado, era el chico en el que no podía dejar de pensar, el tipo que le robaba el sueño.
Le devolvió la sonrisa, bebió de su copa y se dispuso a hablar, aunque nunca llego a decir nada, ya que el la abrazo y le dio el beso con el que ella había soñado cada noche desde hacia un tiempo.

martes, 10 de julio de 2012

Lector insaciable.

Desde pequeño disfruto leyendo miles de libros.
Siempre quiso ser como Bastian, el niño de la historia interminable, y vivir aventuras que nadie mas imaginara.Sus padres siempre habían sabido donde buscarle cuando parecía desaparecido, le encontraban acurrucado en una esquina de la biblioteca de casa, sentado en el suelo, con un libro en una mano, una galleta de chocolate en la otra, el paquete solía estar vació tirado al lado, y su manta favorita cubriéndole las piernas. De tanto leer, era el niño que mas conocimientos de historia, geografía y astronomía  tenia en su clase. Leía tanto que cada mes los padres se veían obligados a comprar al menos una docena de nuevos volúmenes para saciar la necesidad de lectura del muchacho.
Con los años, y sin dejar de lado nunca los estudios, fue cambiando de temáticas y de autores favoritos, abogados y John Grisham,  novelas de la reina del suspense americano Mary Higgins Clark, luego fueron los espías de John Le Carre, los dinosaurios y viajes en el tiempo de Michael Crichton,  la genética y las catedrales de Ken Follett, los vampiros de Anne Rice, y así un largo etcétera. Su pasión por aprender, le llevo a terminar dos carreras, con sus correspondientes doctorados en historia y filología, cosa que para el fue mas un placer que un esfuerzo. Gracias a esto, habia cambiado la biblioteca por una tienda en alguna excavacion perdida en el mundo, a la cual siempre llevaba 2 maletas, una pequeña con algo de ropa, y otra mas voluminosa con una veintena de libros por leer y su siempre inseparable historia interminable. La habría leído al menos una vez al año desde que cumpliera siete, y no pensaba dejar de hacerlo jamas.
Ahora se encontraba en Inglaterra, una tierra que siempre le habia evocado historias de dragones y criaturas mágicas, para el, aquello era la tierra media del señor de los anillos, o la región de Krynn de las trilogías de la Dragonlance. Había comenzado a leer los libros del afamado y popular Stephen King, siempre le habia denostado, pero en aquella ocasión habia decidido darle una oportunidad, si tanta gente le leía algo debería tener. Habia leído cuatro libros ya y empezaba a coger gusto por aquella mezcla de suspense y terror relatada tan al detalle. El ultimo que habia terminado habia sido La Tienda De Los Deseos Malignos, historia en la que al principio deseaba poder entrar, pero que por suerte pensó al terminar, esas cosas nunca pasaban.
Ahora estaba devorando El Pasillo De La Muerte, del cual habia visto la película hacia tiempo ya que no se perdía ni una sola protagonizada por Tom Hanks y que habían titulado como La Milla Verde. La película le pareció buena, pero el libro le tenia absorto, tanto que su tienda Cada vez parecía mas una celda, y el camino hacia la excavacion, tenia tonos verdosos cada día mas marcados.
Le quedaban pocas paginas, y el protagonista de la historia se dirigía por el pasillo, hacia la sala de ejecución, tras haber tomado su ultima cena. La tensión era agobiante, podía verle, sentir lo que el sentía, y notar los grilletes al rededor de sus manos. Le pareció escuchar chirriar la puerta de la sala donde se encontraba la silla eléctrica, y el eco de las pisadas de los guardias en el corredor. Trago saliva, y noto como unas manos le empujaban y le instaban a sentarse en aquella maquina de muerte.
Pestañeo, trato de hablar, pero no supo como hacer que aquel cuerpo hablara. Le sentaron mientras el trataba de forcejear, le ataron a la silla, y unos segundos después sintió una descarga eléctrica que atravesaba todo su cuerpo. Su corazón se paro.
La mano del arqueologo cerro el libro, y una voz que parecía sacada de un personaje de libro dijo mirando a la novela:" Ten cuidado con lo que deseas, se puede hacer realidad y no ser lo que esperabas".



lunes, 9 de julio de 2012

La chica del camison rojo

Ella estaba sola, sentada en la cama. Era una apuesta joven de cabellos color caoba, con algunas pequitas en su cara, que vestía un camison rojo de algodón, sencillo, pero bastante bonito, que le quedaba algo suelto debido a los kilos que se había quitado de encima por el exceso de trabajo. Sus castaños ojos no apartaban la vista de la pantalla del portátil, que era su único compañero.
De fondo solo se escuchaba el leve sonido del aparato de aire acondicionado, que no conseguía quitarle la sensación de calor que le provocaba la conversación con aquel raro violinista.
Hacia dos noches que le había saludado por casualidad en el chat, y ya no podía quitárselo de la cabeza. "¿Como seria?, ¿Que estaba haciendo con ella?, ¿Porque la ponía tan nerviosa?" - Eran preguntas que afloraban continuamente a su cabeza.
Empezaron hablando de el motivo de sus nick, y varias horas después no quería que se marchara.
El segundo día fue una cita en toda regla, aunque en vez de quedar en una cafetería o un cine, quedaron en el ciberespacio. Ella paso todo el día nerviosa, incluso se ducho justo antes de conectarse para estar radiante a sus ojos, aunque esa noche tampoco le dejaría verla.
Llego la hora y allí estaba el, saludándola y llamándola por su nombre, aunque nunca se lo confesaría a nadie, sintió un escalofrío al verle, y tardo unos minutos en contestar para hacerse la interesante.
Pasaron de nuevo horas charlando, el tiempo parecía volar, y ambos se sentían agusto. Hablaron de ciudades lejanas, de situaciones distintas, y del día que habían pasado. Ambos reconocieron haber pensado en el otro, cosa que a ella le hizo sonreír y sentir un extraño hormigueo. Después la conversacion subió de tono. Sin decir nada, los dos se dieron cuenta de que estaban "nerviosos" como ella dio en llamarlo. El suplico que ella le llamara, ella se negó aludiendo a su vergüenza. Los teclados ardían, sus cuerpos se encendieron, tanto que la blanca piel de ella, empezaba a confundirse con el rojo camison. Aun sin verse, ambos notaban la respiración agitada del otro. Ella se mordía los labios, se secaba las manos en las sabanas e incluso llego a tener el teléfono en la mano para llamarle.
"¿Que me esta pasando?"
Cuando ya se disponía a pulsar la tecla verde de llamada, el teléfono sonó sobresaltandola.
Descolgó y escucho una varonil voz al otro lado de la linea que decía:" Buenas noches cariño, ¿No te habré despertado?"
La voz la relajo bastante pero a la vez la hizo sentirse culpable, Su novio al que había estado esquivando todo el día, con esa llamada, la devolvió a la cruda realidad.



viernes, 6 de julio de 2012

Noche de luna llena.

Todo se había hecho tal y como planeó.
Su hermano le había acompañado a lo mas profundo del bosque, juntos habían transportado las mochilas con las pesadas cadenas  cuando el sol aun no se había puesto.
El se había sentado junto a aquel grueso árbol, y su hermano le había encadenado tan fuerte como le fue posible, había cerrado cada uno de los diez candados y se había marchado después con las llaves de los mismos en el bolsillo.
Las nubes habían empezado a cubrir el cielo cuando llegaron, y cada vez eran mas densas y oscuras.
La luna pronto saldría y ejercería su influjo sobre el, pero en esta ocasión no lastimaría a nadie, lo habían pensado todo muy bien, y el hecho de encadenarse en el bosque hacia casi imposible que nadie tropezara con el por casualidad.
Como cada mes, la luna le hacia convertirse en una especie de monstruo, mitad lobo, mitad humano, que perdía la consciencia y solo deseaba sangre. Hacia un par de años, cuando un ser como el que ahora era él le mordió en la pierna mientras trataba de huir, comenzó su pesadilla. Desde ese momento no sabia la cantidad de gente que había podido matar, y prefería no pensarlo. Por esto se había encadenado, y esperaba que funcionara.
La luna debería haberle transformado ya, pero las nubes la ocultaban. Seria gracioso que después de todo el numerito que hemos montado, hoy no hiciera falta.
Pasados unos minutos todo seguía igual, excepto por el sonido de alguna pequeña rama al quebrarse.
En la espesura, a pocos metros, empezaron a aparecer pequeños círculos brillantes, aparecían por pares, lo que le llevo a pensar que podían ser ojos, y poco después descubriría que tenia razón.
Lentamente surgieron una docena de lobos, todos ellos de pelaje grisáceo, de enorme estatura, y mostrando unos dientes que asustarían a cualquiera.
El les grito tratando de ahuyentarlos, aunque lo único que consiguió fue que ralentizaran aun mas su marcha. Los animales llegaron hasta el, y le olisquearon con cautela. El que parecía ser el macho alfa, retrocedió un metro y se sentó a mirar como los demás seguían olisqueando.
"¿Donde estas maldita luna?"- Grito
El lobo que permanecía sentado, aullo y salto hacia el.
Un par de horas después, la luna ilumino un árbol con restos de lo que alguna vez fue un hombre.

jueves, 5 de julio de 2012

Recien nacido.

Era la sensacion mas maravillosa que jamas hubiese sentido.
Tener al bebe recién nacido en sus brazos la hacia sentirse viva y mas feliz que nunca.
Lo contemplo recreándose en los pequeños detalles.
Su pelito rubio, que era mas pelusa que pelo, los ojitos azulados y levemente abiertos, su boquita que buscaba de donde comer, esas manitas tan tiernas y diminutas. Era precioso.
Lo meció mientras le cantaba una dulce canción que aprendió cuando ella era niña, y que hacia que el pequeño estuviera aun mas tranquilo.
Cualquiera que la viera se asombraría de ver tanta felicidad en una persona, tan emocionada estaba que hasta se le caía la baba literalmente.
Con apenas unas horas de vida, aquel diminuto ser haría que cambiara todo su mundo.
Le hizo mil carantoñas mientras soltaba los absurdos sonidos que tanto había visto hacer a las madres que conocía:" ajo, ajo, ajo, cucu-tras, cucu-tras."
Miro su reloj y frunció el ceño.
¿Porque no había venido aun a verla?, ¿Donde estaría?
Siguió jugando con el bebe, y se olvido por completo del tiempo.
Hacia muchisimo tiempo que deseaba ser madre y ahora entendía porque, ya sabia que se sentía al tener un bebe en brazos en sus primeros momentos de vida, tanto le gustaba que esperaba repetir aquella sensacion en algún otro momento de su vida.
Volvió a mirar el reloj y su cara mostró signos de preocupación.
¿No seria capaz de no aparecer? se preguntó.
El niño empezó a llorar y ella se puso nerviosa. Volvió a moverlo y a cantarle, y a duras penas consiguió tranquilizarle.
Escucho la puerta abrirse, y estiro su esbelto y juvenil cuello para ver si era quien ella esperaba.
Al verle, tan elegante como lo recordaba y con un maletín de piel en las manos no pudo contener una sonrisa.
El se acerco y dejando el maletín en el suelo, extendió sus brazos hacia ella.
La chica, con sumo cuidado, deposito el niño en los brazos de el, y le dijo: " Es el niño mas bonito que jamas he visto. Creo que debería haberte pedido mas por el, pero un trato es un trato. En quince minutos las enfermeras despertaran para hacer su ronda nocturna y verán que no esta, así que deberías darte prisa."
El hombre asintió con la cabeza y se marcho por donde había venido.
Ella metió el maletín en su carro de limpieza, saco el cepillo y continuo con su labor diaria, siguió limpiando los pasillos del hospital como si nada hubiese sucedido. Nadie mas la vería por allí, igual que al niño rubito que desapareció aquella noche.


martes, 3 de julio de 2012

Espejito, espejito.

A través del espejo podía contemplar toda su habitación.
Su cama de dos metros, sus fotos familiares y su camisa tirada sobre la cama.
Era una estancia acogedora, después de mucho trabajo de rehabilitación, la casa había quedado monisima, y su habitación era mucho mejor de lo que el había imaginado que seria.
Lo único de lo que se arrepentía era de el espejo.
Lo había comprado en una tienda de antigüedades del barrio chino. Era un local escondido y del que todo el mundo hablaba porque su dueño desapareció un día sin dejar rastro, y desde entonces lo regentaba su hijo menor.
El espejo en cuestión, no era nada llamativo, pero desde que el entro por la puerta del local, tuvo la sensación de que le llamaba, e incluso de que brillaba con luz propia.
Al acercarse a el, vio que debería tener no menos de 200 años, el marco era de madera ricamente tallada con motivo chinos que el no terminaba de entender, pero que le enamoraron. Pregunto por el precio, y se sorprendió de que no se lo quisieran vender. Tras mucho insistir, le pidieron un precio ridículo, no recordaba si había pagado 10 ò 20 dolares por el. Había sido toda una ganga, y mientras lo transportaba a casa, le había ido buscando su lugar mentalmente. Lo coloco nada mas entrar por la puerta, al fin y al cabo solo eran un par de clavos y poco mas. Una vez instalado en su lugar, lo cubrió con una vieja sabana para no dañarlo mientras terminaban de acondicionar todo.
Desde aquel día, cada noche sentía como si alguien le observara desde el espejo, aunque sabia que eran imaginaciones suyas, y probablemente efecto de la sabana.
Hasta esa mañana no lo había destapado, y casi ni recordaba el aspecto del mismo. Había quitado la sabana y se había vuelto a quedar maravillado por los grabados. Dedico casi media hora a mirarlos todos y cada uno de ellos, se sentía orgulloso de su compra. Cuando termino, vio algo extraño en el cristal, parecía como si en el centro del mismo, hubiera una cara que le miraba. Se acerco mas para tratar de verlo, y lo vio mas nítido, era la cara de un chino anciano que parecía hablarle. Se acerco aun mas para ver si era capaz de entenderle, y así fue.
Se aparto del espejo y dijo lo que le pareció leer en sus labios:" Dentro."
En ese momento y sin saber como, vio a al anciano estirándose en su habitación y salir caminando por la puerta.
Todas las cosas estaban cambiadas de lugar, lo que debía estar a la derecha estaba a la izquierda y viceversa. Pestañeo y comprendió lo que pasaba.
Su mujer vio el espejo por primera vez al llegar a casa, se sorprendió de ver su camisa tirada sobre la cama, y le hizo muchísima gracia esa mancha que había en medio del espejo, que parecía la cara de su marido gritando.


lunes, 2 de julio de 2012

Buscando desesperadamente.

De puntillas entro en la habitación.
Se dirigió a la mesilla de noche que había al lado derecho de la enorme cama, y con cuidado rebusco en sus cajones. Encontró fotografías, algo de ropa interior femenina y un montón de trastos que para el no tienen ningún valor.
Rodeo la cama para buscar en la otra mesilla. Mas o menos lo mismo, con algunos mecheros en el cajón que la otra contenía los trastos y ropa interior masculina en vez de femenina.
Lo dejo como estaba y se encamino a la cómoda que había justo en el centro de la cama.
Estos cajones eran mas grandes, y contenían sabanas y toallas, pero por mucho que buscaba, no daba con lo que le había llevado hasta allí.
Resignado se dedico a revisar los cajones del armario de cuatro puertas que cubría todo el lado derecho de la estancia. Paso bastante tiempo haciendo esto, pero nada, no tenia suerte.
Miro en las cajas de zapatos, en los bolsillos de los abrigos y chaquetas, y siguió sin encontrar nada, esto le hacía perder la paciencia por momentos.
Volvió a la primera mesilla, se sentó sobre la cama y cogió el teléfono que había sobre esta.
Marco un numero de móvil que conocía de memoria, escucho tres tonos, y antes del cuarto una voz femenina respondió al otro lado de la linea:" ¿Diga me?"
El chico, ahora recostado sobre la cama, contesto:" Mama, no se donde están mis llaves, ¿Donde tienes guardado el juego de reserva?"

Moraleja: Lo importante no es saber las cosas, basta con tener el teléfono de quien las sabe.