Tomaría algo el el café de la luz, se había quedado con ganas de conocerlo tras tanto oír hablar de el, e incluso fantasear con conocer a aquella chica que le fascinado tanto tomando un café en una de su mesas.
Después iría al templo de Debot. Toda la cultura egipcia siempre le había fascinado, y cualquiera pensaría que ese era el motivo de su visita. Sin embargo su mirada se perdía por el césped que rodeaba aquella milenaria construcción. Buscaba a una lectora despreocupada, a alguien que rivalizaría en belleza con el entorno, pero no la encontró.
Decidido a seguir paseando acabo en una de las zonas de Madrid que mas ha mejorado en los últimos años, la zona aledaña al rió manzanares. Se sentó en un banco y paso horas contemplando pasar uno tras otro a cientos de patinadores y ciclistas, pero su mirada estaba baja, buscaba algo en concreto, unos pantalones vaqueros rotos sobre unos patines.
La noche comenzó a caer, el frió era cada vez mas intenso, así que se levanto y cruzo el puente de Segovia en dirección al viaducto. Girando a la derecha se dirigió a la puerta de Toledo, y se le escapo una leve sonrisa al pasar por delante de lo que ahora se llamaba "Mondino Remenber club", en sus tiempos eran muchas las noches de domingo que había pasado allí, cuando el local era conocido como "Friends". Mientras rememoraba la ultima ocasión en la que lo visito, siguió caminando con rumbo a la estación de Atocha. Al llegar a ella se decidió a seguir caminando en vez de coger el tren a casa.
Rodeo el parque del buen retiro. No dejaba de pensar en como habría sido dar aquel paseo acompañado por aquella chica con la que soñaba. Cuando la noche era la que dominaba todo, llego de nuevo a la estación. Subió a su tren y se encamino a Alcala de Henares.
Mientras escuchaba el traqueteo del tren, pensó en lo alcalaino que era él. Sin lugar a dudas podría haber sido un personaje de una de las novelas de Cervantes, Siempre se había sentido un caballero andante nacido fuera de su época, había mitificado a su propia dama como hiciera Don Quijote con su Dulcinea del Toboso, tenia sus propios gigantes, que en estes caso eran aun mas invencibles que los molinos. Lo peor de todo es que el sabia que nada era real, Un tiempo equivocado, antes o después habría sido perfecto, pero ahora solo era un simple caballero perdido en un mundo que no comprendía.
Al final como decía la canción si es pecado ser sincero, el había pecado. Su sinceridad le convertía en un loco, o quizás en un imbécil, dicho con cariño, eso si. Pero al fin y al cabo, es mejor estar loco y vivir que ser gris para toda tu vida.
Se durmió en el tren, y para su sorpresa despertó en Guadalajara, que no deja de ser:"En un lugar de la Mancha..."
La Unión, mm mm mm!
ResponderEliminar¿La chica soñada es la misma lectora de Debod y la patinadora?
ResponderEliminarCada día me quedo con mas intrigas en tu blog jejeje
Bonita entrada y bonita canción.