martes, 2 de octubre de 2012

La tribu perdida.

Esa mañana había despertado con ganas de comerse el mundo.
Preparo su mochila y se dirigió al helipuerto que tenían en el campamento. Allí la esperaban su cámara, un técnico de sonido y el piloto.
Hoy seria el día en que descubriría y mostraría al mundo por fin esa tribu perdida en el Amazonas que jamas nadie había contactado. Cargaron el equipo y subieron al viejo aparato. En unos segundos estaban sobrevolando la enorme selva y la emoción no la dejaba parar de hablar. Estaba feliz.
Cuando no hacia ni una hora del despegue y ya se encontraban cerca de su destino, noto una fuerte sacudida, algo no funcionaba bien. El helicóptero comenzó a girar sobre si mismo y un humo negro inundo la cabina. Caían a gran velocidad y las copas de los arboles se veían mas y mas cerca.
Cuando recupero el conocimiento, se sintió dolorida, magullada y por suerte viva.
Miro a su alrededor en busca de sus compañeros y  vio al cámara tirado en un charco de sangre a su lado y sin señales de vida. El piloto permanecia en su asiento, aunque de del respaldo del mismo surgía una rama ensangrentada que debía de atravesar su cuerpo.
La puerta del helicóptero estaba abierta, así que imagino que el técnico habría salido, se puso en pie con dificultad y salio en su busca. Lo encontró nadando, tratando de atravesar el río en dirección a ella. Al menos no estaba sola, pensó.
Cuando ya estaba cerca de su orilla, observo como el agua cobraba vida entorno a su compañero, el río se tiño de golpe de un color rojizo, y miles de pirañas con sus afilados dientes, dieron cuenta del chico que seguía intentando nadar, aunque en sus brazos aparecieran esos bichos colgados y desgarrando la carne. Segundos mas tarde, el cuerpo desapareció, y el agua torno a su calma habitual.
Las lágrimas inundaron sus ojos, y aunque intento gritar, el estado de shock en el que se encontraba no se lo permitio.
Regreso sobre sus pasos, y al llegar de nuevo al lugar del siniestro, descubrió a unos indígenas de aspecto afable sentados junto al helicóptero. Se acerco con una medio sonrisa, eso era lo que había ido buscando, la tribu perdida.
Cuando llego a su lado, ellos ni se inmutaron, solo la miraron y la sonrieron.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, sus bocas estaban rojas, y en sus manos sostenian trozos de carne, incluso miembros enteros de sus compañeros de aventura, que saboreaban como ella haría con una buena hamburguesa.
Se dio la vuelta y comenzo a correr. Lo hacia sin rumbo, sin saber a donde dirigirse.
De repente un indígena apareció justo delante de ella, por la velocidad de la carrera no pudo esquivar la lanza que este portaba y ella sola se ensarto en la misma, sintiendo como se desgarraba su vientre y su espalda.
El indígena sonrió, se relamió he izo chocar sus dientes.
Esa mañana se había despertado con ganas de comerse el mundo, pero lo que no sabia es que el mundo se la comería a ella.


4 comentarios:

  1. Una historia llena de sangrienta tensión. Se podría sacar de ella una peli de esas de terror en las que van muriendo todos poco a poco. Pero claro el relato es corto y los has tenido que matar enseguida :)

    Buen final el de la chica, un tanto irónico, jajaja... y las palabras finales me encantan; contradicciones de la vida, te ilusionas buscando algo y al final se vuelve contra ti.

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  2. ¿Por qué la mayoría de tus mensajes son tan sangrientos y morbosos? Te recreas con ello y eso da que pensar. No escribes mal, pero creo que debes cambiar el chip, porque quienes te lean van a tener una opinión de ti un poco extraña

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  3. Mayoría? pero si tiene de todos los tipos: tristes, divertidas, románticas, eróticas, de fantasía... Sólo tienes que ver que entre las más populares no hay ninguna sangrienta ni morbosa.

    Eso sí, de lo que hay mayoría es de canciones de un Pingüino en mi ascensor :)

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  4. No creo que mis historias sean todas macabras, aun asi tendre en cuenta tu comentario. mil gracias

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