Aquella noche había tenido un sueño extraño, el mundo se
acababa y la gente había sido poseída por algo que los hacía matarse unos a
otros. Menos mal que solo había sido eso, un sueño.
Salió de casa a correr como cada día, y le sorprendió el
silencio reinante en el campo, pero sin prestar demasiada atención, siguió corriendo.
Al llegar de nuevo al pequeño pueblo en el que vivía, aminoro el ritmo, ya que
aunque el tráfico solía ser muy escaso, no sería la primera vez que un coche había
salido de alguna de las calles y le había dado un susto. Pero ese día no apareció
ninguno, incluso ninguna persona se cruzo en su camino. Pero no le preocupo,
tampoco es que aquel sitio fuera un hervidero de gente.
Una hora después al entrar en casa, se preparo su zumo con
naranjas que había comprado el día anterior, y se sentó a ver la televisión mientras
lo tomaba. Le gustaba ver las noticias, aunque nunca fueran buenas. El
presentador tenía un aire distinto hoy, como mas desaliñado y con falta de
maquillaje.
Dieron varias noticias sobre economía, todo seguía tan mal
como en los últimos años, y los políticos se ponían a parir los unos a los
otros, era curioso, pero nadie parecía ser el culpable de la desastrosa situación.
Las noticias de sociedad tampoco eran para alegrarse, cada
vez versaban mas sobre famosos o nobles que tenían cuentas con la justicia. En
este país el más tonto hace relojes. Pues que lo paguen.
Por fin los deportes. Se sorprendió al ver al
comentarista de balonmano, Paco Caro, con su típica camisa vaquera, pasada de
moda, pero que el solía vestir en las distintas retransmisiones en las que aparecía,
presentar hoy las noticias. Estaba más despeinado que de costumbre, y sus ojos
en vez de transmitir la seriedad habitual, daban miedo. Se acerco al
presentador del informativo, y mientras sacaba algo brillante de su espalda,
dijo:”El deporte del día es eliminar a los necios de este mundo”
.Lo que saco de su espalda resulto ser un cuchillo
de caza, y sin que diera tiempo a reaccionar a su compañero, le secciono el
cuello, mientras esbozaba una cálida sonrisa. Se limpio la sangre de las manos
en la mencionada camisa, y sentándose junto al cadáver, dijo con su peculiar
voz:” Y ahora hablemos del puto futbol…”
Dejando el vaso vacio en la cocina, y no teniendo
claro si era el mundo o él quien se había vuelto loco, pensó:” Al menos las
noticias deportivas siempre me hacen reír”.